lunes, 18 de enero de 2016

Reseña: El océano al final del camino - Neil Gaiman

¡Hola viajeros! Hoy les traigo una reseña de un libro que me encantó. Veamos porqué...


SINOPSIS



OPINIÓN

   En realidad quería leer American Gods. Recorrí muchísimas librerías y en todas me dijeron lo mismo: fuera de stock. Tres palabras que los adictos a los libros sentimos como un infierno. Entonces pedí éste. Nada. Siempre la misma respuesta. Cuando llegué a casa los descargué, no me iba a quedar sin seguir leyendo a Neil Gaiman, un autor que amé en Coraline. Al final, mi preferencia por American Gods disminuyó y decidí darle una oportunidad primero a El océano al final del camino. Lo leí en tres días. Es una historia mágica y contundente. Tan igualmente siniestra como adorable. La prosa fluye como los cursos de agua que se mencionan. 
   Es una novela de recuerdos. Un hombre adulto llega a su ciudad natal para asistir a un funeral. Buscando abstraerse del dolor, llega hasta la antigua casa de su amiga Lettie, donde encuentra a una mujer que lo deja pasar. Ve el estanque que llegó a creer, junto con ella, que era un océano. A partir de ahí nos metemos en un período de su infancia donde conoció los límites de la realidad, poniéndose en peligro por un error.
   El relato es a través de los ojos de un niño, con la inocencia y la franqueza propias de alguien que entiende más de lo que cree. Sin dudas, la familia de Lettie son los personajes más interesantes. Tres mujeres que usan lo cotidiano para manejar situaciones fuera de lo común.
   Yo la llamaría historia espiral: empiezas en un lugar conocido, claro y seguro; y terminas en un espacio profundo, con más de lo que puedes procesar y abrumado por un viaje que pareció más rápido de lo deseado.
La sensación primaria que me provocó fue estar en un campo, con el ruido de grillos,mientras la frescura de la lluvia se siente a través de la madera. Pero la lluvia es peligrosa, es más que agua.
"No echo de menos ser un niño, pero echo de menos el placer que me producían las pequeñas cosas, por más que las cosas importantes se estuvieran desmoronando. No podía controlar el mundo en que vivía, no podía huir de las cosas, la gente o los momentos que me hacían daño, pero disfrutaba como un condenado de lo que me hacía feliz."
   Neil Gaiman es un autor con estilo muy propio. Si te metes en sus mundos, tienes que saber que te encontrarás todo el tiempo con extrañezas, narrativas y visuales. Pero con el correr de las páginas te resultarán comunes, porque eso es lo que mejor le sale: incluirte en sus historias como si fuesen viejos compañeros de viajes.



¿Ya lo leyeron? ¿Qué les pareció? ¿Le darán una oportunidad? ¡Quiero saber! :)

¡Hasta la próxima estación!


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